No nací aquí, pero sí crecí en Kennemerland. Si viviste aquí de niño, lo das por hecho. Solo de adulto te das cuenta de lo extraordinario que puede ser lo 'cotidiano'. Ciudad, playa, dunas y todas las comodidades, todo a muy poca distancia. ¡Una delicia! Desde 2001 he sido agente inmobiliario, y desde 2009, copropietario. Es una profesión versátil, dinámica y en absoluto aburrida. Nunca he ido a trabajar con desgana.