Jurriaan aporta una perspectiva única como Asesor Personal de Propiedades, fusionando raíces holandesas con una visión internacional. Su trayectoria en la hotelería boutique y su vida en Begur le permiten guiar con confianza a quienes buscan una segunda residencia o refugio en la Costa Brava. Cree en una asesoría auténtica, cercana y enfocada en el cliente. Su dedicación inquebrantable, comunicación directa y calidez genuina sitúan la confianza a largo plazo en el centro de su propuesta. Así, los clientes acceden no solo a un inmueble, sino también a una conexión plena con la región, su cultura y su estilo de vida.
La infancia de Jurriaan en Heemstede formó su noción de hogar como refugio y lanzadera. Criado por su madre junto a dos hermanas, vivió estabilidad y libertad en una familia que valoraba la cercanía y la independencia. Su madre, artista y ejemplo de resiliencia, le enseñó que el cuidado genuino y la integridad sostienen el verdadero éxito. Así, Jurriaan forjó autoconfianza, combinando franqueza holandesa y espíritu emprendedor con un fuerte sentido de responsabilidad. Estos valores, cumplir la palabra, ofrecer confianza y humildad, guían hoy su relación con los clientes.
Con diecinueve años, Jurriaan se trasladó solo a Australia. Allí, bajo la mentoría de un referente inspirador, aprendió a convertir desafíos en oportunidades de crecimiento. La distancia respecto a Europa reforzó su aprecio por el hogar y clarificó sus prioridades. Este capítulo clave, impulsado por la inmersión cultural y nuevas perspectivas, le inspiró a regresar con mayor empatía y adaptabilidad, cualidades presentes en el apoyo optimista que ofrece a sus clientes en cada transición.
Para Jurriaan, el día perfecto en la Costa Brava comienza con un café al sol del jardín, anticipando una aventura en paddle surf junto a su mujer. Deslizándose por las calas secretas de Begur, el Mediterráneo turquesa brilla bajo sus pies y se detienen para nadar entre bancos de peces de colores. Al regresar, preparan una barbacoa con productos locales, el aroma fusionándose con la brisa marina y la música fluyendo al atardecer. El ritmo natural de la región y la celebración del momento impregnan cada vivencia compartida.
Formado en The Hotel School The Hague, una de las escuelas hoteleras más reconocidas del mundo, Jurriaan aprendió a fusionar vocación de servicio y perspectiva global. Su gestión en hoteles boutique afinó su instinto para anticipar necesidades y ofrecer experiencias discretas y personalizadas. Ahora, como API certificado en España, asegura el más alto nivel de integridad y asesoría, para que cada cliente se sienta protegido y valorado. Responsabilidad, comunicación clara y visión internacional sustentan su compromiso con una consultoría de propiedades única.
Jurriaan valora trabajar con quienes sienten conexión genuina con la Costa Brava. La mayoría son internacionales, a menudo buscan retirarse o asegurar una segunda residencia privada alejada del ajetreo. Es un recurso personal desde la primera conversación hasta mucho después de la entrega de llaves, liderando due diligence, negociaciones y representación de comprador, además de ofrecer asesoría legal, fiscal, de seguros y gestión integral. Ya sea para reformas, concierge de estilo de vida o servicios de seguridad, Jurriaan cuida cada detalle para que los clientes lleguen a un hogar a su medida.
Un consejo de Jurriaan: alquile una mallorquina, típica lancha a motor, y recorra las calas entre Begur y Calella. Para el almuerzo, pida una paella a un restaurante de Tamariu para disfrutar a bordo, rodeado de uno de los paisajes marinos más icónicos de la zona. Así, pequeños lujos espontáneos capturan el espíritu auténtico e inolvidable de la Costa Brava.
Para Jurriaan, la asesoría va más allá de una transacción, creando un vínculo genuino. Su proceso es un viaje personal que supera el intercambio comercial; busca comprender los sueños y prioridades de cada cliente, defender sus intereses y facilitar el comienzo de una nueva etapa. Este espíritu guía cada contacto, diferenciando a su asesoría por empatía, compromiso y apoyo personalizado.
Los clientes suelen agradecer a Jurriaan su apoyo constante en decisiones cruciales, valorando la profundidad de la relación creada. Lejos de apresurar el proceso, aprecian su paciencia y cuidado, sabiendo que pueden contar con él tras la compra. Quedan recuerdos de su dedicación más allá de lo comercial, brindando apoyo genuino en tiempos difíciles y celebrando juntos nuevos comienzos.
Al margen de su faceta profesional, Jurriaan disfruta de los ritmos mediterráneos: largas comidas con amigos junto al mar, baños al atardecer y charlas en su jardín con buen vino. Estas costumbres refuerzan su sentido de pertenencia y subrayan el valor que concede a la tierra, la tradición y las alegrías compartidas que hacen de la Costa Brava un lugar excepcional.