Las zonas más demandadas agrupan propiedades frente al mar, en las colinas sobre la bahía y cerca del resort de golf. La costa de La Costa ofrece espectaculares vistas al mar y acceso directo a la playa, mientras los nuevos desarrollos en el interior destacan por su estilo contemporáneo y amenidades modernas. La comunidad es mayormente internacional e integra residentes fijos y propietarios de segundas residencias que valoran seguridad y belleza natural.
Adquirir una vivienda en Canyamel es apostar por calidad de vida y revalorización a largo plazo. El ambiente sereno, la cercanía a golf galardonado y calas protegidas resultan ideales tanto para el retiro como para una inversión segura. Family offices y compradores experimentados valoran parcelas extensas, arquitectura sutil y jardines autóctonos, elementos que favorecen la privacidad y la demanda continua de primeras residencias. La mayoría de compras se realizan al contado o con financiación privada, con escrituras notariales y trámites eficientes que atraen a inversores internacionales.
El proceso de adquisición es estructurado y transparente, supervisado por abogados locales de prestigio. Los compradores extranjeros deben contar con asesores fiscales y técnicos familiarizados con la normativa mallorquina. Las operaciones implican depósitos de reserva, revisiones jurídicas y urbanísticas y firma de escrituras notariales. El mercado local prioriza las recomendaciones personales y compradores preseleccionados, especialmente en operaciones confidenciales.
El alquiler de propiedades de lujo es popular en temporada alta, cuando aumenta la demanda de turistas europeos. Los propietarios pueden recurrir a empresas de gestión con experiencia, aunque los alquileres de corta duración están estrictamente regulados y requieren licencia en Baleares. Los contratos de larga estancia resultan atractivos para familias y profesionales que buscan privacidad fuera de las zonas turísticas, asegurando ocupación durante todo el año.