Destacan la pintoresca ciudad antigua y su arquitectura centenaria, la zona del puerto y áreas privadas con vistas al canal de Pelješac. Las propiedades suelen ser de titularidad privada y rara vez se ponen a la venta pública. El mercado se orienta a compradores internacionales, muchos de Europa Occidental, que buscan paz y no vida social de alto perfil.
Sućuraj brinda un refugio de baja densidad, atractivo por la privacidad junto al mar, la cultura local preservada y su entorno paisajístico. Desde casas dalmatas renovadas con esmero hasta viviendas contemporáneas frente al mar, es perfecto tanto para uso personal como inversión a largo plazo.
Las transacciones incluyen asesores profesionales acostumbrados a compradores extranjeros, facilitando procesos ágiles dentro del marco legal croata. El interés extranjero se enfoca en propiedades para restaurar con sensibilidad o nuevas construcciones. Los compradores más exigentes cuentan con agentes expertos para acceder a ofertas discretas y gestionar detalles locales.
Está permitida la renta vacacional de viviendas premium, con alta demanda estacional de huéspedes atraídos por la tranquilidad natural. Las agencias locales manejan toda la experiencia, desde la atención personalizada hasta los servicios de lujo. La rentabilidad refleja la exclusividad y escasez de estas propiedades en alquiler.