Las zonas más codiciadas incluyen Cala Sant Francesc y Santa Cristina, famosas por sus vistas al mar y entornos cerrados. Las parcelas costeras alcanzan precios elevados, mientras que las áreas elevadas combinan privacidad y panorámicas. Las viviendas céntricas atraen a quienes buscan autenticidad y acceso peatonal a servicios culturales.
Blanes combina autenticidad cultural y lujo contemporáneo, reflejados en la experiencia residencial. Vistas marítimas, villas históricas y obra nueva satisfacen a una clientela exigente que busca privacidad y arquitectura singular cerca de la vida mediterránea. Muchos propietarios son internacionales, atraídos por la cercanía a Barcelona y Girona y la flexibilidad de desplazamientos. Encontrará desde casas restauradas en el barrio antiguo hasta villas de autor con piscina infinita y jardines.
Las operaciones suelen transcurrir con fluidez, guiadas por asesores especializados que acompañan al cliente a través de la legislación y normativa local. Los compradores internacionales participan de forma directa o mediante expertos de confianza. La debida diligencia abarca título de propiedad, situación urbanística y gastos de comunidad en residenciales cerrados. La demanda se incrementa en primavera y verano, ofreciendo oportunidades fuera de mercado a compradores bien asesorados.
El mercado de alquiler exclusivo mantiene su fortaleza, sobre todo en temporada alta, por la demanda de villas familiares y apartamentos de servicio. Los propietarios alternan el uso propio con alquiler vacacional, apoyados por agencias experimentadas que gestionan mantenimiento, marketing y la experiencia de los huéspedes. Es clave respetar la normativa de licencias turísticas, y el prestigio de la zona asegura interés constante de clientes internacionales.