El mercado atrae tanto a compradores locales como internacionales que buscan primera o segunda residencia. El inventario de viviendas modernas es limitado y la demanda constante sustenta el valor de reventa. Los plazos de entrega de nuevas promociones son muy apreciados, fomentando la compra sobre plano. Los compradores experimentados priorizan privacidad, accesibilidad y prestigio arquitectónico.
Las mejores ubicaciones se agrupan en las laderas, maximizando las vistas al mar y al paisaje. Las propiedades en caminos privados suelen tener parcelas amplias, seguridad perimetral y jardines maduros. Complejos selectos de casas y apartamentos incluyen instalaciones de ocio y servicios de conserjería. Se busca especialmente vistas despejadas, privacidad y cercanía al puerto o al Country Club. El mercado está activo todo el año, con mayor demanda en primavera y verano. Predominan los compradores internacionales, sobre todo del norte de Europa.
Esta zona es reconocida por su equilibrio entre serenidad natural y acceso inmediato a servicios urbanos, ideal para quienes valoran la exclusividad y la conectividad. La planificación de baja densidad y el paisajismo hacen de sus calles entornos seguros y acogedores, perfectos para familias e inversores con visión a largo plazo.
La compra sigue la legislación nacional y autonómica, con procedimientos establecidos para no residentes. Equipos especializados facilitan la comprobación de títulos y el cumplimiento urbanístico. Las transacciones suelen realizarse ante notario y registro público. Aunque existe financiación, los compradores solventes predominan en el segmento alto, permitiendo trámites más rápidos. Es habitual contar con asesoramiento jurídico y fiscal externo para garantizar transacciones seguras y conformes.
El alquiler a corto y largo plazo resulta atractivo para residentes estacionales y ejecutivos. Una gestión profesional y regulada es clave para obtener rentabilidad. Se exige licencia y cumplir con estándares de calidad. La demanda alcanza su pico en verano, aunque inquilinos exigentes buscan alojamiento durante todo el año, valorando piscinas y seguridad. La rentabilidad es estable gracias al atractivo constante de la zona y a una clientela internacional recurrente.