El distrito central de Baixa alberga casas tradicionales encaladas con terrazas, mientras la zona del puerto es preferida por apartamentos nuevos con vistas al agua. Las áreas perimetrales ofrecen villas contemporáneas cerca de reservas naturales o paisajes agrícolas, ideales para quienes desean tranquilidad sin renunciar a la comodidad. Las antiguas casas de pescadores reformadas cerca del mar otorgan prestigio, mientras en pueblos como Moncarapacho se encuentran alternativas rurales y apacibles. El mercado destaca por su cuidado patrimonial y escasa oferta, lo que mantiene el interés inversor en una combinación única de cultura, privacidad y paisajes naturales.
El proceso de adquisición comienza por comprender la combinación de usos locales, normativas y demanda global. Los compradores internacionales se sienten atraídos por el centro histórico y los tranquilos frentes de agua, así como la proximidad a los aeropuertos de Lisboa y Faro. La regeneración urbana ha puesto en valor a Olhão, logrando un equilibrio entre modernidad y el carácter histórico. Predominan las propiedades próximas a la marina, gastronomía y espacios culturales. Las urbanizaciones cerradas ofrecen privacidad y servicios exclusivos a familias y quienes priorizan la seguridad. Los compradores extranjeros suelen apoyarse en equipos jurídicos y asesores multilingües para agilizar la compra y gestionar cuestiones internacionales.