Las mejores zonas residenciales se concentran en la costa, incluyendo Stoja y Veruda, conocidas por sus vistas panorámicas y cercanía a playas. El casco antiguo atrae a quienes buscan propiedades arquitectónicamente singulares entre ruinas romanas, cafés y talleres artesanos. Entornos tranquilos como Vinkuran ofrecen privacidad cerca de los servicios de la ciudad, especialmente valorados por quienes buscan parcelas amplias o diseños contemporáneos. El mercado atiende a la demanda constante de profesionales locales y al interés estacional de compradores internacionales.
El atractivo duradero de Pula se caracteriza por la fusión de la antigüedad romana, paisajes exuberantes y cercanía al Adriático. Los compradores exigentes valoran no solo el entorno pintoresco, sino también estructuras de titularidad seguras que facilitan el acceso para inversores no residentes. Las familias buscan barrios cerca de escuelas prestigiosas, parques y lugares culturales. La conectividad internacional, reforzada por el Aeropuerto de Pula, convierte la ciudad en un destino atractivo para viajeros frecuentes y profesionales remotos. La oferta va desde villas modernas junto al mar hasta casas históricas en el centro, atrayendo tanto a quienes priorizan el estilo de vida como a los que buscan rentabilidad en la activa temporada turística.
El marco legal croata facilita las compras tanto a ciudadanos de la UE como a muchos extracomunitarios, con procesos consolidados a través de notarios locales. La debida diligencia incluye generalmente la verificación de títulos y certificados de cumplimiento para renovaciones. Los plazos de transacción pueden variar, pero la documentación bien preparada y la representación adecuada garantizan un proceso eficiente. Se recomienda contar con asesoría para gestionar los matices idiomáticos y regulatorios. Los compradores más exigentes buscan cada vez más propiedades eficientes energéticamente y de alta especificación que integren un diseño actual con respeto al patrimonio histórico.
Muchos inversores aprovechan el dinámico mercado turístico licenciando sus viviendas para alquiler vacacional a corto plazo, especialmente en verano, cuando la demanda alcanza su pico. La normativa local requiere una clasificación formal, a menudo gestionada por empresas de administración que se encargan de los servicios al huésped y el mantenimiento. Los mayores retornos se obtienen en villas junto al mar y casas de alto valor arquitectónico cerca de las principales atracciones culturales y gastronómicas de la ciudad.