Esta finca rústica en Alaior entrelaza el patrimonio arquitectónico con un lujo discreto a través de un conjunto de edificaciones históricas. La residencia principal, fechada inicialmente hacia 1750, se extiende sobre 480 m². En su interior, la planta baja ofrece seis habitaciones, cocina y baño, mientras que la planta superior dispone de cuatro habitaciones adicionales, cocina, baño y despensa, junto con una estancia abuhardillada. Todo el edificio conserva sus proporciones originales y requiere rehabilitación, aunque goza de integridad estructural, acceso vial independiente y electricidad. El suministro de agua es mediante cisterna.
Anexo se encuentra el antiguo establo lechero, establecido en 1904 y completamente renovado en 1991, con una superficie de 450 m². Esta luminosa vivienda alberga cuatro suites con baño privado, tres salones, comedor, cocina y área de servicio. Elegantes arcos de piedra seca y carpintería original del periodo 1750-1800 preservan el carácter de época, en armonía con suelos de Cotto Fiorentino y calefacción por radiadores Runtal. Otras dos suites de 120 m² cada una, construidas en 2004, replican este estilo histórico con baldosas árabes antiguas y acabados seleccionados a mano.
La piscina de la finca, de 120 m², está resguardada de los vientos insulares y bordeada por 500 m² de terrazas y un porche interior. La casa de la piscina, en consonancia con el estilo de la vivienda principal, está equipada para comidas veraniegas relajadas, con salón, baños independientes y espacio para almacenamiento. La practicidad se enfatiza con garaje para cuatro vehículos, aparcamiento cubierto adicional para seis, construcciones auxiliares para lavandería, maquinaria agrícola e instalaciones; y un almacén de madera de 160 m². Un pozo de agua propio y cisternas proporcionan autosuficiencia. Esta propiedad apela a quienes valoran la arquitectura atemporal y la grandeza serena, en el paisaje de Menorca.
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