El centro urbano, con arquitectura austrohúngara y un paseo animado, atrae a quienes desean una vida vibrante todo el año. La bahía de Čikat es el epicentro de las propiedades más prestigiosas, con villas privadas, pinos maduros y acceso a yates. Sunčana Uvala (Bahía Soleada) y Veli Lošinj captan la atención de quienes prefieren privacidad y cercanía a balnearios. Muchas propiedades permanecen en manos de familias, aportando estabilidad al mercado y reduciendo la rotación.
Además de su reconocida belleza natural, Mali Lošinj brinda una combinación única de privacidad, patrimonio cultural y comodidades modernas. Los compradores se sienten atraídos por villas costeras, casas históricas y residencias personalizadas, todas destacando vistas al Adriático o a jardines mediterráneos exuberantes. La demanda es constante, en especial entre familias europeas e inversores internacionales en busca de placer y protección patrimonial.
El proceso requiere verificación del título y due diligence, normalmente con apoyo legal y asesoramiento local. La compra puede estructurarse bajo titularidad personal o societaria, ajustándose a la normativa croata. La mayoría de las operaciones se realizan en euros. Asesores expertos garantizan un conocimiento completo de normativas de uso, derechos edificatorios y conservación, clave en inmuebles catalogados o frente al mar.
La renta vacacional ofrece rentabilidades atractivas, especialmente en verano. Los propietarios con inmuebles registrados pueden alquilarlos a turistas, beneficiándose de una fuerte infraestructura turística. Es imprescindible poseer licencias y cumplir estándares regulados. Las viviendas de lujo suelen atraer clientes recurrentes e interés de socios hoteleros, mientras los servicios de gestión y conserjería aumentan el atractivo.